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Mitos: las dietas y los suplementos durante el cáncer

Amigos, familiares, revistas, Google… La mayoría de las personas diagnosticadas de un cáncer han oído o leído por alguna de estas vías que el uso de determinados suplementos, hierbas o “dietas anticáncer” podrían ser de gran ayuda durante el tratamiento. A causa de ello, está muy extendido entre los pacientes oncológicos el uso de suplementos alimenticios y el seguimiento de dietas alternativas sin prescripción médica.

Las personas que reciben tratamiento contra el cáncer deben tener mucho cuidado con ello, pues algunos suplementos pueden interferir con diferentes tratamientos contra el cáncer, y algunas dietas pueden poner en riesgo el estado nutricional comprometiendo el tratamiento.

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¿Por qué no se recomiendan los suplementos o las dietas keto o la alcalina?

A pesar de la investigación creciente sobre el uso de suplementos alimenticios en oncología realizada en los últimos años, el actual conocimiento sobre su efectividad en el tratamiento del cáncer es limitado e insuficiente para evaluar el equilibrio entre los beneficios y los peligros del uso de los suplementos. Actualmente, no existen investigaciones suficientes que indiquen que tomar grandes cantidades de antioxidantes, hierbas o vitaminas y minerales adicionales ayude a tratar o curar el cáncer.

Existen muchos suplementos en el mercado y su composición y calidad pueden variar enormemente de unos a otros. Muchos de estos productos son inofensivos y seguros, pero otros pueden causar efectos secundarios graves y nocivos, porque en algunos casos podrían interactuar o interferir en los tratamientos que se estén recibiendo, reduciendo consecuentemente su eficacia y acción. Por ejemplo, suplementos como el ajo, el Ginkgo biloba, el ginseng y la vitamina E pueden aumentar el riesgo de sufrir hemorragias. Esto podría ser peligroso para los pacientes que se someten a una cirugía o que se recuperan de la intervención. También pueden no ser seguros si tiene problemas de salud específicos, como presión arterial alta, diabetes, afecciones mentales, cardiopatías o problemas de coagulación sanguínea.

Dietas alternativas que no contribuyen a la mejora del paciente con cáncer

En cuanto a las dietas alternativas o dietas anticancerígenas, los resultados de un estudio1 demostraron que después de realizar una revisión sobre la base científica de algunas de estas dietas alternativas, concluyeron que algunas no solo no contribuyen a la mejora del pronóstico del cáncer, sino que pueden comprometer el estado nutricional de los pacientes.

Como ejemplos:

  • La dieta cetogénica se relacionó con déficit de vitaminas, pérdida de hambre, estreñimiento, hipoglucemia, acidosis metabólica y sedación.
  • La dieta macrobiótica y la dieta vegana se relacionaron con pérdida de peso y déficit de vitamina B12, calcio y hierro, anemia y déficit proteico.
  • La dieta alcalina, basada en la elección de unos alimentos u otros en función de su supuesta capacidad para hacer variar el pH de la sangre, no ha sido estudiada científicamente ni se dispone de ningún dato clínico publicado, que demuestre el efecto que tendría en pacientes tratados por cáncer.

Hay que tener en cuenta que cualquier tipo de dieta excluye ciertos alimentos, lo que puede interferir en el equilibrio nutricional.

Puede darse en casos muy concretos debido a circunstancias muy específicas, en las que el oncólogo o el dietista-nutricionista de referencia paute una dieta concreta durante un periodo de tiempo limitado. En estos casos, es siempre una alimentación suficiente y equilibrada, basada en el patrón de dieta mediterránea, la que proporcionará las cantidades adecuadas de vitaminas, minerales y antioxidantes que el cuerpo necesita.

Así pues, no se recomienda tomar ningún suplemento o complemento (vitaminas, minerales, hierbas, aceites esenciales o de cualquier otro tipo) ni seguir ningún tipo de dieta alternativa sin consultarlo previamente con el especialista que lleve el tratamiento.

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Contenido adaptado de la guía: Mitos y creencias sobre alimentación durante el tratamiento del cáncer, de la Fundación Alícia.

  • Fuentes bibliográficas

    1. Huebner J, Marienfeld S, Abbenhardt C, Ulrich C, Muenstedt K, Micke O, et al. “Counseling Patients on Cancer Diets: A Review of the Literature and Recommendations for Clinical Practice”. Anticancer Res. 2014; 34(1): 39-48.

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