No se han encontrado resultados para “sangre

Ajustes contraste y color

1
2
3
4
5
6

Tamaño de letra

1
2
3

Espaciado entre letras

1
2
3
accessibility-ribbon-icon.svg

Accesibilidad

Importancia de los tratamientos iniciales en el cáncer de pulmón

 

M-ES-00009218

Etapas iniciales del cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es una enfermedad difícil de diagnosticar en sus etapas iniciales. Generalmente, los primeros síntomas pueden ser tan inespecíficos como una tos persistente o que empeora, aparición de sangre en dicha tos, dolor en el pecho, pérdida del aliento, cansancio, infecciones o pérdida de peso inexplicable, los cuales no son exclusivos del cáncer de pulmón y pueden deberse a otras muchas causas.1

Dadas estas dificultades, el diagnóstico suele darse cuando la enfermedad ya ha avanzado y se ha diseminado, especialmente en el cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) aunque también en el de células no pequeñas (CPCNP), donde hasta un 70% se detectan con la enfermedad avanzada.2

Esta tendencia a diagnosticar la enfermedad en estadios avanzados ha llevado a los investigadores a centrarse en hallar tratamientos para estas etapas tardías. Aun así, los esfuerzos en la detección temprana y en la prevención ha logrado que, en los últimos diez años, cada vez más personas sean diagnosticadas en etapas iniciales.3

El tratamiento temprano: una ventana de oportunidad

Al igual que en otros tipos de cáncer, el tratamiento del cáncer de pulmón y su posible éxito, depende en gran medida del estadio de desarrollo en el que se encuentre.4

En las etapas iniciales, y si circunstancias como la localización del tumor lo permiten, el tratamiento de elección suele ser la cirugía, cuyo objetivo es la resección quirúrgica completa del tumor. Se realiza extirpando la porción del lóbulo o el pulmón en donde se encuentre el cáncer. En caso de que no sea operable por la zona donde esté, para complementar la cirugía o para evitar posibles recurrencias, se puede sustituir o acompañar a la cirugía con quimio y/o radioterapia, administradas antes o después de la intervención.4

Para pacientes con un cáncer de pulmón pequeño, localizado y sin diseminación, que se ajuste a los estadios 0 o 1, se estima una tasa de curación de hasta el 80% con estos tratamientos tempranos.5 También, cuanto más temprana sea la etapa en la que se diagnostique y se trate el tumor, se han observado unas menores probabilidades y un mayor tiempo hasta la recurrencia para los pacientes.6

Beneficios de los tratamientos de cáncer de pulmón

Por otro lado, en base a los beneficios observados en el tratamiento del cáncer de pulmón con terapias dirigidas en aquellos pacientes con ciertas alteraciones genéticas (conocidas como mutaciones driver), se ha evaluado la eficacia de estas terapias en los estadios iniciales de la enfermedad, tanto antes de la operación como después (orientada a evitar la reaparición de la enfermedad). En los ensayos clínicos se observaron beneficios en la respuesta al tratamiento y en la supervivencia, utilizando esta terapia tanto antes como tras la intervención quirúrgica.7

Igualmente, la utilidad de la inmunoterapia para evitar la recaída también se ha explorado en las etapas iniciales del cáncer de pulmón en aquellos pacientes con una importante expresión de proteínas como, entre otras, PD-1 o PD-L1 (≥1%), apoyándose también en los beneficios observados en el tratamiento con estos agentes. Los ensayos clínicos también han mostrado beneficios en cuanto a la respuesta al tratamiento y a la supervivencia total.7

Finalmente, se ha observado que el uso temprano de terapias paliativas consigue que los pacientes estén más satisfechos con su terapia, se manejen mejor sus síntomas psicológicos y emocionales, y puedan vivir más y mejor.5

La importancia del diagnóstico temprano

Como se puede ver, el tratamiento en etapas tempranas posee muchas ventajas en cuanto a las probabilidades de curación, supervivencia o recurrencia. Y, para poder tratar temprano, es prioritario conseguir diagnosticar temprano.5

Esto se puede lograr poniendo énfasis en las pruebas de cribado rutinarias, especialmente en aquellos grupos de riesgo como pacientes entre 55 y 80 años y en fumadores/ exfumadores. Se ha observado que el uso de TAC (tomografía axial computarizada) a baja dosis de radiación en estas poblaciones de riesgo puede detectar de forma precoz el cáncer de pulmón y reducir las muertes, a pesar de que no es una prueba financiada por el sistema de salud español.8

En resumen, detectar el cáncer de pulmón en estadios tempranos supone una ventana de tratamiento clave en la evolución y en el desenlace de la enfermedad, para lo cual es indispensable redoblar los esfuerzos en el cribado de la población en riesgo.

M-ES-00007529

Artículos relacionados

A continuación dejamos listados una serie de artículos relacionados que pueden ser de tu interés: